EL CONSEJO DE ESTADO QUIERE FRENAR EL AVANCE DE LAS BICICLETAS Y DE LAS CIUDADES

El Consejo de Estado, a años luz de la Movilidad Sostenible y de la realidad que ya se impone en muchas ciudades españolas

Según lo poco que hemos podido conocer hasta ahora a través de la Cadena Ser, el dictamen del Consejo de Estado sobre el Proyecto de Reglamento General de Circulación que les presentó la DGT, es contrario al avance de las bicicletas en nuestra sociedad y, con ello, por tanto, contrario al avance de las ciudades mismas

Foto: Calle 30 en Murcia

Si bien el actual texto de dicho Proyecto redactado por la Dirección General de Tráfico (DGT) nos parecía muy mejorable para equipararnos a las legislaciones de otros países europeos, sí incluye algunos contenidos y consideraciones claramente favorables al uso de este medio de transporte, entre los que se encontraba la reducción de la velocidad máxima permitida de todos los vehículos a 30 km/h por algunas vías de la ciudad. Sin embargo, el Consejo de Estado considera que "la vida de las ciudades se verá ralentizada con la reducción del límite a 30 km/h" y alerta de que puede provocar "el colapso de las ciudades".

Esta visión apocalíptica es un mensaje nefasto para nuestra sociedad y una gravísima irresponsabilidad por parte del citado Consejo de Estado. Sostener que la normalidad en el ámbito de la movilidad urbana es la velocidad es enormemente negativo. Expresar, como lo hace ese órgano consultivo estatal, que se tiene miedo a que el modo de transportarnos en las ciudades se ralentice es cuando menos un síntoma de que, para algunos, estamos abocados inexorablemente a modelos de sociedad destinados sin remisión a altos niveles de contaminación del aire, al sedentarismo, a los excesos de velocidad, a los riesgos y peligros constantes y a sus penosas y constatables consecuencias: graves enfermedades, atropellados, heridos y muertos. Es justamente el actual modelo urbano de movilidad y de vida el que, de perpetuarse, nos abocará a un colapso ineludible de nuestras ciudades.

Además, el Consejo de Estado confunde la velocidad máxima con la velocidad media, que es la que importa a la hora de saber cuánto tardamos en llegar a nuestros destinos: en los centros de las ciudades, típicamente, alrededor de 20 km/h. Reducir la velocidad máxima permitida no ralentiza la circulación ni colapsa nada, muy al contrario: mejora la gestión del tráfico, cuando éste es denso, y aumenta la fluidez.

Tampoco se entiende el temor del Consejo de Estado acerca de que las bicicletas puedan circular por el arcén de las autovías, cuando resulta que ya lo contempla la normativa en vigor desde hace más de una década.

La petición del Consejo de Estado de eliminar en su conjunto el capítulo de la bicicleta es un síntoma del miedo que tienen ciertos sectores de nuestra sociedad, afortunadamente cada vez más minoritarios y más propios de otras épocas, a que la bicicleta tome el protagonismo que se merece como medio de transporte amable, seguro, saludable y sostenible y de cuyas ventajas disfrutan no solo sus propios usarios sino el conjunto de la sociedad.

Particularmente grave nos parece la frase de una de las personas entrevistadas, aparecida en el audio de la noticia, que opina que las bicicletas deberían ir "siempre" segregadas del tráfico "normal". Esto es movilidad del siglo pasado. No podemos tolerar estas mentalidades caducas en entes de relevancia política y social.

En esa misma línea, la chocante y anacrónica afirmación del Consejo de Estado según la cual "ahora mismo es inviable el modelo sostenible propuesto de abandonar el automóvil y fomentar el uso de la bicicleta" nos parece que es muy grave proviniendo de la institución de la que viene. Si no ha llegado todavía el momento de fomentar el uso de formas saludables de desplazarse en la ciudad, entonces ¿cuándo cabe esperar que llegue? ¿Llegará cuando las ciudades definitivamente se colapsen, víctimas del actual modelo insostenible, peligroso, antieconómico y socialmente perjudicial protagonizado por el automóvil privado? ¿Por qué la hora de la bicicleta, de la sostenibilidad y del sentido común sí ha llegado al resto de países de Europa y no al nuestro?

Solicitamos que, de una vez, se nos facilite el texto completo del Borrador del Reglamento General de Circulación y también el texto completo del Dictamen del Consejo de Estado, el cual nos parece, según las primeras impresiones, de un sorprendente e inesperado retroceso que no se corresponde con la sociedad española del siglo XXI y menos aún con la de los países desarrollados de referencia, en los que la bicicleta sí que tiene un relevante y reconocido papel, por todas las ventajas que conlleva, favoreciendo al conjunto de la sociedad.