Establecer una limitación de velocidad de 30 km/h es una manera
económica de mejorar la seguridad, rebajar la contaminación y estimular
el uso de mejores modos de transporte. Esta medida conducirá a mejorar
el tráfico y aliviar la congestión. Las personas podrán desplazarse sin
miedo. Queremos que estas mejoras se produzcan en toda la Unión Europea y que la Comisión europea haga una propuesta legislativa para introducir este límite de velocidad.